20 de septiembre de 2012

Sangre para las amapolas



Hoy soñé contigo, pero no sé si soñé porque hay que soñar en algo o porque te buscaba en un anhelo olvidado.  


La sangre busca a la sangre, y a veces necesito perseguirte solo para recordar por qué no te tengo.


Y cuando comprendo que no te tengo, dejo que la razón venza al corazón en la batalla por el control de una guerra perdida.  




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