No estoy agradecido por lo que soy.
Tampoco por lo que debo.O debería.
Agradezco, sencillamente, porque un día entendí que cuando el sol me
impide ver, su calor en mi cara me reconforta. Y sé que todo sigue iluminado.
Y ojalá todo fuera tan fácil... como la luz que ciega, y te guía.
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