18 de diciembre de 2011

Hide your tears




No hay error en esto: la decisión fue la correcta.


Ahora no vale arrepentirse, y el cuchillo debe deslizarse con sutileza y contundencia. Con más fuerza que nunca.


¿Por qué habrías de alzar la mano y detener el proceso? El motor arrancó hace mucho, y no habrá gasolina para volverlo a hacer si lo paras ahora. Es tiempo de ocultar las lágrimas y derramar un poco sangre.

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