9 de noviembre de 2011

Te esquivo



Te esquivo, por decirlo de algún modo. Y aunque he llamado así a esta entrada, aún no las tengo todas conmigo.


Hace tiempo que no escribo aquí, pero en mi mente ese incesante desfile nunca ha acabado. Tan solo que las carrozas de esta vez tenían mensajes íntimos, irrelevantes o sencillamente inexplicables.


Pasando atrás algunas páginas me di cuenta de que al final de mi día había dolor, retraimiento, frustración y en muchas ocasiones arrepentimiento. También rencor, ira y una irrefrenable sed de venganza. Pero ahora algo se ha quebrado en mí, volviendo a este lugar. No digo que haya cambiado, en mí cambiar es algo más difícil que eso. Probablemente seguiré odiando y ahogándome en la inmensidad de lo salvaje del alma, pero quería dejar algo claro, y es que no me he ido.


Definitivamente no.


Os confiaré un secreto, y es que renuncié al control. No os riáis de mí, porque fue duro, eso de renunciar al control sobre todo. Al control de la situación, del momento, de las cosas, y no os voy a mentir, también al control de las personas. No es que fuera manipulador, pero existen momentos en los que esa necesidad se apodera de ti irrefrenablemente, y el control, como necesidad superior, es la única vía de asegurar un destino, un propósito. Quizás fuera superior a mí y no estuviera hecho para ello, pero me he dado cuenta de que si no he escrito aquí prácticamente en tres meses, ha sido por este improvisado entrenamiento.


En una tormenta, todas las hojas no permanecen en el árbol. Y cuando esta acaba, es complicado recogerlas todas, porque después de los estragos, seguirán poblando tu patio, cayendo poco a poco… Sí, puede ser algo obvio, pero no lo era tanto para mí: no se puede controlar todo. Pero gracias a Dios, me he dado cuenta a tiempo.


Te esquivo, control, te esquivo… Quién me ha visto y quién me ve, pero evitarte me ha ayudado, me ayudado a comprender que ni siquiera tú eres mi vicio.






Al único control que no renunciaré, es al de mi mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario