23 de diciembre de 2010

Obliterar



La Navidad, como cada año, me hace reflexionar.


Los regalos, los saludos, ser amable cuando parece que comas almendras amargas el resto del año, y felicitar algo tan intangible como una fiesta…


¿Cómo que Feliz Navidad?


Creo que en estas fechas no hacemos sino que ocultar con guirnaldas y buenas intenciones el pequeño Grinch que tenemos todos dentro. Y está mal decirlo, pero aunque la mona se vista de seda… el vestido no es de su talla.


Por eso, para vosotros mis pocos, escurridizos y silenciosos lectores, Woo-woo Navidad. La felicidad que la aliñe cada uno a su gusto.


2 comentarios:

  1. eso del solsticio de invierno era el 21 xD

    no me gusta la navidad, el que quiera hacer un regalo que lo haga porque le gusta porque quiere y en plan sorpresa que le gustará más al que lo recibe...

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