26 de agosto de 2011



Y aunque me gustaría poder decir que me enamoré de ti simplemente porque el cielo cambió de gris a azul, no fue así. Revivir una historia conlleva leer cartas y abrir cajas; volver a casa y tomar un café. Por eso nunca me atrevo a apuntar en mi agenda todas las actividades un mismo día.

Me negaré a desandar el camino, así que no insistas. Sería como gritar a una mariposa que no vuele mar adentro, porque sabes que sus alas se pararán para finalmente caer y naufragar.


No, no te pude perdonar. Y no me preguntes por qué, porque simplemente no pude.



Pero ya no es algo que me atormente. Simplemente igual que no te perdoné, tampoco te olvidé.



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