6 de julio de 2010

Twang!



Normalmente, cuando algo te reconcome durante mucho tiempo, tu cara adopta esa espantosa forma que tiene tu alma: nerviosa, de rasgos alterados por la frustración.


Hay quien no sabe disimular, para bien y para mal.


Y es entonces cuando las preguntas sobre ese algo hacen que cada vez se hinche más esa palpitante vena de tu sien. Un huracán durante un huracán.


Como me pillen con un cazo a mano, no me hago responsable de las consecuencias…




Twang!

1 comentario: