17 de octubre de 2012

Be brave


Y yo, nunca desoiría el consejo de un caracol. 

Si el coraje ha sido un invento de los padres, entonces que me dejen seguir soñando que soy un niño. Que no he crecido. Que no tengo necesidades de adulto y que aún no entiendo cómo funciona el mundo. Porque lo maravilloso de la ignorancia se pierde cuando necesitamos coraje. Y lo necesitamos, porque el coraje se inventó para reinventar el miedo. 

El miedo es, efectivamente, otro invento. Algo oscuro y pasajero, herramienta de los que proclaman el dominio bajo las malas artes. El miedo es una semilla creada en un laboratorio con una ingeniería demasiado perfecta. 

Ha arraigado demasiado profundo. 

Los corazones de las personas se han convertido en bosques de zarzas y espinos donde crecen bayas que rezuman miedo. Como todo a todo fruto silvestre, ha llegado el tiempo de recolección en otoño. Y esta vez, nadie querrá llevar la cesta...

Necesitamos el coraje más que nunca, pero encontrarlo será difícil. Me estoy dando cuenta de que la gente aún no es del todo consciente, pero una parte de nuestro instinto nos sigue gritando. Nos dice que tengamos alerta, que algo se avecina, que los sueños no mienten... 

Crea estados bajíos, tensión y un áurea que incita a la agresión. La destemplanza se ha desplazado entre nosotros, y seguirá hurgando hasta crear el caos al que tendemos por naturaleza. 

Esto solo ha hecho que empezar. Reunid fuerzas, todos las necesitaremos. Pero seremos valientes

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