5 de diciembre de 2009

Penitencia



          Ten cuidado con lo que dices, ten cuidado con lo que deseas. Te confesaré, confidencialmente, que adoro los juegos. Y ante todo, los juegos peligrosos.  

 

            Citando a Lee Geum-ja (Sympathy for Lady Vengeance):

 

"Listen carefully. Everyone make mistakes. But if you committed a sin, you have to make an atonement for that sin. Atonement, do you know what that means? Big atonement for big sins. Small atonement for small sins".

 

¿Quién impone la penitencia? Siempre, y reitero, siempre, es necesaria una mano ejecutora: la que hunde el filo en la carne, la que te acariciará el pelo cuando te hundas en un hombro e incluso la mano que te abofeteará la cara ante la impertinencia, o bien ante la estupidez.

 

La penitencia se puede llevar de muchos modos, algunas veces, incluso desde la ignorancia. Pero no te atormentes –jamás me cansaré de decírtelo-, tan solo camina… Sé que es difícil creer en algo que no se ve, que nunca termina las frases, o que oculta más de lo que  muestra; pero tampoco es fácil para él, no tienes ni idea de lo complicado que es…

 

Es onírico, suave… como si un pulso divino lo hubiera trazado milimétricamente de forma incomprensible; pero el perdón se manifiesta de muchas maneras, y aún así nunca podrás convencerte a ti mismo de que ha llegado.

 

 

 

Tanto le gustaría que hubiese llovido…  

No hay comentarios:

Publicar un comentario