12 de diciembre de 2009

Portrait



 

            Llegará el día en el que el cielo esté lleno de aviones de papel, tantos que la luz del sol se verá bajo un tapiz multicolor: magenta, cian, amarillo… Y cuando comiencen a caer las primeras gotas de una lluvia sonreiremos porque nos sentiremos secos y a salvo. Cuando esas gotas crezcan y el diluvio comience de verdad, entonces el papel mojado comenzará a ceder y no será el agua el porqué de sucumbir. 

 

            Porque al Sol le gusta que la Luna se refleje en el mar cada noche, para así poder evaporar cada mañana ese reflejo para olerlo, allá en lo alto. Y ese es su modo de ser feliz.

 

            Corónate con laurel y vístete con toga. Que te aplaudan y adoren, pero sé consciente que tus enemigos aumentarán.

 

            Gira la cabeza y haz crujir tu cuello. Luego los dedos, luego tu espalda… Que el corazón te lata deprisa. Bosteza y quédate dormido.

 

            Decide que cada mañana evitarás escuchar el estruendo de una campana que te despierte de forma violenta. A toda costa y a cualquier precio.

 

            Admite que los nombres son importantes, y nominar significa hacer que cada cosa sea lo que es, por ella misma y por su propia esencia. Que no son palabras, que es algo que nadie te podrá quitar nunca y no se lo llevará el viento.

 

            Sonríe. Aunque tu alma se rompa. Sonríe.

 

            El cuadro de una realidad se puede presentar de muchas maneras, y todo depende de la foto que has elegido poner tras el cristal.  



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