26 de diciembre de 2009

Propósitos




              Llega a su término el año gregoriano, y todos comienzan con sus propósitos, propósitos que muchas veces no llegan a ninguna parte y sólo se quedan eso: en propósitos. Si el año llegó a su término era porque esa debía ser su finalidad. ¿Por qué no extrapolarlo? 

 

              Aptitud. Yo he decidido comenzar a conocerme, y en parte, lo compartiré con vosotros. Por el momento, sé que me gusta acariciar gatos hasta el punto que ronroneen, madrugar y deleitarme en el silencio de las horas intempestivas, que adoro ir con bata blanca, las plumas estilográficas e ir por la sombra en verano.

 

              He aprendido que la empatía no se aprende, y que tener pulso es importante cuando juegas con bacterias; que prefiero las almohadas duras y que la comida con poco aceite sabe mejor. Que sonreír soluciona muchas cosas y es mejor escuchar que hablar.

 

              No deja de gustarme el incienso de sándalo ni la ropa de color negro. Que los collares de plata son los más bonitos, que el aroma de las sábanas la noche del día en que las lavaste es inigualable y que la sandía está riquísima en verano.

 

              Me gusta pensar en lo inevitable, en esas palabras que lees y no olvidas y en esos momentos en los que no tuviste una cámara a mano pues serán solo para ti en todos los sentidos, en aprender y en analizar: fría y pausadamente.

 

            Que la mejor parte del flan es la que toca el carameloy que mi bebida favorita es el té. Que los cordones de terciopelo rojo son geniales y que me encanta no llevar nunca el reloj conmigo para así preguntar al incauto.

 

        Recapacitar sobre cosas intrascendentales es divertido, así como desquiciar a la gente fácilmente desquiciable. Descubrir que me chifla ver a las mujeres con falda.

 

           Dexter, Oldboy y las series cursis, además de muchas otras, claro. Que lamento no tener más tiempo para leer.   

 

              Adoro el doble sentido, las palabras detrás de las palabras, y sobre todo, me enamoran las amapolas

 



              Pero tranquilos, este año, no dejaré de odiar, se me da demasiado bien como para dejarlo… 

4 comentarios:

  1. La fuerza de la costumbre es lo que te hace seguirnos odiando xD

    Y es que el cordón de terciopleo...

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  2. Me gusta todo, excepto lo del flan :( lo siento, pero la mejor parte es la blanquita :D:D
    a ver si nos vemos pronto!

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  3. No he dicho cosas que me gustan, pero simplemente porque no se pueden decir xDD Me gustan los secretos :)

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  4. El incienso de sándalo, el olor de las sábanas, los cordones de terciopelo, el té, las series cursis, los dobles sentidos... ¡Amén! a todo eso xDDD

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