
Hoy, más que nunca, necesito de dos de tus sentidos. Tan sencillo como escuchar y seguir leyendo…
¿Lo oyes? Claro que sí. Es un diálogo mudo, que de tan mudo que es ensordece.
Porque todo comienza con un murmullo, y la compostura tarda demasiado en descomponerse. Y los juegos de palabras ya no son suficientes. Y decidiste que seguirías sonriendo, y que no habría más enfados.
Y así ha sido.
Pero ¿sabes, cariño?; al igual que estas flores que hablan sobre cosas tan banales y frívolas, tales como la amistad o la confidencialidad, nosotros hablamos de clavos ardientes que perforan y queman la carne.
Está claro que seguirán volando puñales desde manos invisibles, y que las trampas estarán a cada vuelta de la esquina. Pero no cambiaremos.
Sigue llorando, por favor no te detengas por mí. Quéjate, escupe, patalea y vuelve a llorar: pero nunca te vuelvas atrás. Tú decides. Yo decido. Y ahí acabamos de conjugar el verbo.
Poder y perdición. Uno lleva a lo otro en demasiadas ocasiones, pero nunca te olvides de la suerte y de que un gato no cae de pie eternamente.
He aprendido que el dedo puede ahondar en la llaga infinitamente.
Dicen que un gato tiene 7 vidas... y ya me parecen muchas xD
ResponderEliminarCada vez que escucho esa canción pienso en el anuncio del turrón xDD
ResponderEliminarUn gato no cae de pie eternamente, pero siempre puede volver a levantarse :)
PD:Cuando insertes una foto se meterá al principio, cógela y muévela poco a poco hacia abajo hasta llegr al final de todo (asegúrate de haber introducido la foto en modo centrado)
Un gato cae de pie hasta que deja de hacerlo. Y entonces se le apachurra el craneo y se le salen las tripas.
ResponderEliminarOjalá algunas personas fueran gatos, y se les olvidara caer de pie.
:)
No lo sabes tú bien, Mor...
ResponderEliminarVísceras, necesitamos vísceras.