14 de febrero de 2010

Ardor


            Hoy, seré breve.

 

¡Ay!, esos bombones y esas rosas de catastróficas consecuencias que ni el Almax puede aliviarlas en mi estómago.  

 

Gastar, gastar, gastar, gastar… y todo por ARDOR.

 



Para vosotros, mi corazón.


EDITO: A partir de ahora, por sugerencia, llamaré a San Valentín el Día Satánico de los Bombones del Hipercor. He dicho. 

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