1 de febrero de 2010

Anáfora


 

Todo se repite en un comienzo, infinitamente. Verso a verso.

 

Cuestiónatelo entonces.

 

El agua fue subiendo lentamente, apenas sin que te dieras cuenta. Pero cuando finalmente has querido ver que te ahogabas, ya te cubría por completo. Tu carne, hinchada y cada vez más morada te evidenciará todo esto si aún pretendes seguir errando en tu incredibilidad.

 

Estabas en craso error al pensar que un círculo se puede romper. Ouroboros. No entraré en cuestiones metafísicas, pero es momento en que pienses en lo trascendental de las cosas.

 

Odio ese círculo vicioso, quizás por ser un círculo o quizás por ese vicio intrínseco que se apodera de él. Pero sobre todo lo odio por los nombres que conlleva.

 

Ias tol i riw ben ethuil ir im u-genithon

No hay comentarios:

Publicar un comentario