31 de enero de 2010

Cartas



 

Querida (insertar nombre),

 

porque sabes que adoro las cartas. Realmente pienso que las cartas son necesarias, que el olor a tinta y el sonido del papel cuando extraes la carta del sobre es algo que hace sonreír a muchos, es aquello que nace de tu impaciencia, de querer empezar la carta leyendo las post-datas

 

Atesorarlas, leerlas una vez al año, recordar aquellas que quieres recordar y guardar todas las demás en un sobre marrón, sin nombre y en el fondo de esa cajita metálica que está en tu estantería y que miras con recelo cuando alguien se acerca a ella. Sabes que es algo tuyo: las cartas son algo íntimo, que aunque arda tan fácilmente, sabes que forma unos vínculos especiales que sólo tú y aquel que escribió ese puñado de letras puede entender y compartir.

 

No te das cuenta, pero cuando las líneas comienzan a pasearse por tus ojos, inevitablemente y de forma inconsciente surge en tu rostro una débil sonrisa, que te sorprende a ti mismo cuando te percatas de ella. Podrás preguntarte: ¿Por qué sonrío?, y parecer idiota, tanto preguntándotelo como sonriendo, pero esa pequeña chispa enciende que ahora, sonrías plena y deliberadamente.

 

Las cajas de bombones son apropiadas, también las de pastas. Sentir un tacto frío, de latón, cuando levantas la tapa me resulta extrañamente agradable. Anodino y emocionante a la vez.

 

De contenido embriagador, seguirá sonando ese cascabel cada vez que levantes un poco el polvo de tus recuerdos.

 

Quiero que sepas que guardo cada una de tus cartas… estés donde estés.

1 comentario:

  1. Tienes la capacidad de hacerme recordar las sensaciones que describes en las entradas ^^

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