25 de enero de 2010

(in)CAPACITACIÓN



 

            Para que comprendas la gravedad del asunto, ten en cuenta el dato de que mientras escribo escucho Amon Amarth.

 

            Tú, insensato, que presumes y te pavoneas, sé consciente que hay gente que es bocazas, pero tú directamente eres gilipollas. 

 

            Porque hoy escupo veneno y bilis. Porque contigo la sutileza sirve bien poco. Para que tengas en mente, que tú no eres el centro de atención, y que seguiré reprimiendo mis ganas de darte un cucharazo.  Tras otro, tras otro, tras otro…

 

            El día en el que entiendas que tu boca huele a pienso de perro y que a cada palabra que pronuncias pareces tener menos cromosomas, entonces, yo seré bailarina de ballet ruso. 

 

            Que sepas, que yo también te quiero ahogaría metiéndote mi puño en tu boca.

 

            Hoy, odio. Gracias por hacer que no pierda la costumbre.

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