27 de octubre de 2009

Camino



Step by step…

 

Es así, paso a paso, como te percatas de que atrás vas dejando algo; algunas veces, importante.

 

Puedes volver la vista atrás, pero sabes que sigues sin poder cambiar con tu mirada las cosas. Sabes que aquello que ahora es lo que ahora es, simplemente es porque tu dedo meñique lo rozó. Cuán insignificante… ¿cierto? Hasta el más pequeño batido de alas de una mariposa puede tornarse huracán, y es que nuestro querido Lee Woo-jin bien decía:

 

Tanto un grano de arena como una piedra, en el agua se hunden por igual”.

 

Camino sobre alambre de espinos, sobre lecho de plumas, bajo fina lluvia, sobre ardiente arena… La piel se endurece y al final, llega lo inevitable: la insensibilidad. Y es cuando crees que ya ningún clavo perforará tus callos, notas el pinchazo de una hoja seca, que se desmenuza bajo tus pies y cuarteada, amenaza con herirte con endeble filo.

 

Entonces levantas el pie, aturdido, y miras con extrañeza aquello que pisaste.

 

¿Sigue siendo una hoja entonces, un simple foliolo de aquel árbol de hoja caduca que se viste de rojo y dorado por esta estación?

 

Sí, lo sigue siendo… Esta vez no fue una ilusión…

 

Quizás ese camino ilusorio, siempre hubiera estado ahí, hoy con más malas hierbas que ayer, pero al fin y al cabo, ahí.



No hay comentarios:

Publicar un comentario