15 de noviembre de 2009

Determinación



Nunca es sencillo, eso de tomar decisiones. Es duro, y conforme piensas y recapacitas sobre ello, llega un punto en el que en tu cabeza no cabe sostenibilidad alguna.

 

¿Y entonces qué?

 

La solución es relativamente sencilla… y está al alcance de cualquiera que confía en la firmeza. Eso es lo único que importa. Si tu decisión ha sido emprendida con determinación, tan solo hay que llevarla hasta el final…

 

Pase lo que pase, llore quien llore… Porque si no lo haces por ti mismo, nadie lo hará nunca. En estos momentos, sólo te tienes a ti mismo en un mundo infinitamente enorme, en el que todos decidieron dejarte allí cuando partieron. Y ahora están lejos, demasiado lejos.  

 

Hasta el final…

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