17 de noviembre de 2010

Capisci?


No preguntes, sabes que no te responderé.


Preguntas, preguntas, preguntas, ¿qué me vas a contar? De veras que te entiendo, y es por eso que veo necesario que esto sea así y no de otra manera.


Te he estado observando, y por tu cara creo que no te habías dado cuenta. Aunque bueno, de eso se trataba, pero he estado cerca de ti todo el tiempo, mucho más cerca de lo que imaginas.


Habías llegado a aburrirme, creía que te habías apagado del todo, que ya habías abandonado ese afán inquieto y locuaz, casi frenético tal vez, esa búsqueda sin cofre y sin tesoro, de mapas que no eran más que garabatos. Pero me equivocaba. Un carnívoro necesita comer carne, aunque le pongan todos los días un plato de hierba en la mesa.


Te he dicho que no preguntes. La respuesta ya la conoces, oírla en voz alta no va a hacerla ni más ni menos verdadera. Hay cosas que no entienden de términos, no intentes nominalizarlo todo.


Aham…


Pues claro que me río, se nota que no tienes ni idea, pero tranquilo, lo comprenderás… Ya lo creo, desde luego que lo comprenderás…



No hay comentarios:

Publicar un comentario