24 de marzo de 2010

Simbiosis


Existir, muchas veces conlleva la necesidad. No una necesidad fisiológica, sino una necesidad que se llena por ella misma.


Juegas a un tira y afloja constantemente, pero más allá de molestarte, ha llegado a convertirse en una costumbre; en ocasiones incluso agradable.


Llega un día en el que tú no eres el que cierra los párpados cuando estás cansado. Que el que escribe ese punto al final de la frase tampoco eres tú. Que el que insiste en escuchar incesantemente esa canción, tampoco eres tú. Yo prefiero llamarlo Yo. Pero no es yo, sino Yo.


Inevitablemente dependo de él, cada día que pasa un poco más. Él toma decisiones que yo sería incapaz de tomar. Nunca ha dejado de sorprenderme.

Muy lentamente, puedes llegar a escuchar esa leve sincronización, cuando cada hemisferio de tu cerebro decide pasar el bando al otro, cuando esa neurona caprichosa decide que ha llegado el momento.


Es extraño, casi místico el porqué de esta relación, el origen de esta simbiosis. Si está ahí, es porque yo lo deseé, y por supuesto, seré consecuente.

2 comentarios:

  1. Algunos en vez de Yo lo llaman esquizofrenia ^^

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  2. La esquizofrenia es para ignorantes que no saben dar un paso más allá.

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